El tema de fotografiar aves en vuelo es sin duda un gran "clásico" en cualquier foro, ya que es un tipo de fotografía en el que se suman multitud de factores para complicar -y mucho- el lograr unos buenos resultados. Así que voy a dejar una serie de reflexiones de una prueba "dura" para el equipo y nosotros mismos.
Lo primero a tener en cuenta, es que aquí como en cualquier otro tipo de fotografía de aves (salvo aquellas en las que el ave se integra en un paisaje o contexto) la proximidad lo es todo. Necesitas que el pájaro llene casi todo el encuadre, y eso nunca es fácil, no tanto porque no se deje acercar lo suficiente, si no porque al estar en movimiento es fácil que se salga del área que ves a través del visor.
Cuanto más pequeña sea el ave y más errático sea su vuelo, peor se pondrán las cosas. La única manera de solventar este problema es practicar y disparar muchas muchas fotos. La técnica de seguimiento es vital, y ayudará tener la camara-objetivo descansando sobre un buen cabezal que permita mover el equipo con libertad y rapidez. Quitar el estabilizador de imagen es también una gran ayuda en estos casos, ya que el estabilizador corrige tanto movimientos involuntarios como voluntarios, y este último punto hace que el estabilizador nos haga perder fotos (además como veremos el estabilizador no hará falta).
Disponer de millones de puntos de enfoque tampoco suele ayudar en las situaciones extremas, ya que cuanta más información tenga que procesar la cámara, más tarda esta en tomar una decisión (y también se "equivocará" con mayor frecuencia), así que elegir un modo af con pocos puntos de enfoque ayudará a aligerar el trabajo de cálculo de la cámara (tener en cuenta que la cámara está continuamente enviando órdenes al objetivo en base a la información que recibe). Obviamente tener activo un pequeño grupo de puntos de enfoque también dificulta el mantener al sujeto (ave) centrado en ellos, y cada vez que se salga del área cubierta por el enfoque obtendremos fotos fuera de foco.
De nada nos valdrá tener fotos enfocadas si están movidas. Las aves grandotas suelen tener movimientos lineales y predecibles, pero aves pequeñas y cercanas están continuamente cambiando de posición en el encuadre, así que mientras que con las primeras y una buena técnica podremos disparar a velocidades relativamente lentas, con las últimas habrá que disparar a velocidades muy altas para no tener fotos "movidas".
En cuanto a la exposición, prefiero fijarla en manual, de esta forma obtienes consistencia dentro de las tomas de una ráfaga y evitas que cambios en el fondo provoquen variaciones en la exposición. El único problema aquí es que un oscuro vencejo no requiere la misma exposición que una paloma blanca, con lo que hay que acordarse de a qué estamos exponiendo por si hay que variar con rapidez la exposición al seguir a un nuevo sujeto de distinto tono. Aún así los sensores modernos tienen un rango dinámico lo bastante amplio como para poder corregir fallos por nuestra parte.
Con todas estas consideraciones en mente, quise probar mis propios límites y los de mi equipo durante el verano.
¿Qué tenía a mano de vuelo rápido, pequeño, y sobretodo al alcance de la ventana de casa? Pues los vencejos que crían frente a la misma y que pasan volando a escasos metros de ella. Todos sabéis como es el vuelo de estas aves, así que como reto no se me ocurrió nada mejor (sobre todo porque tenía oportunidad de hacer cientos de fotos de rato en rato. Además quería comprobar dos objetivos excelentes, por un lado el nikon 500/4 VR y por otro el Sigma 150-600 Sport, ambos sobre una D500.
Las conclusiones se resumen en:
- En un porcentaje alto de disparos no hay ni vencejo en el fotograma, en otro porcentaje aún mayor solo hay partes del ave.
- Efectivamente tal y como esperaba, activar muchos puntos de enfoque no ayuda, si no que empeora los resultados. Mejor jugársela a que al menos, cuando el ave esté bajo el área cubierta por los puntos activos el af responda de forma inmediata.
- Disparar de 1/2000 para arriba (de lo contrario las fotos saldrán movidas en su mayoría). Esto es subjetivo, ya que personas con mejor técnica que yo podrán bajar algo la velocidad de obturación.
- Cuando el vencejo cae "dónde tiene que caer", con el 500/4 las fotos salen perfectas, con el sigma no. Esto se debe simplemente a que se trata de un caso extremo, límite, dónde la velocidad af del tándem objetivo/cámara es crucial. Para otras aves el Sigma rinde perfectamente pero esta situación le supera.
- En teoría el zoom del Sigma me debería ayudar a encuadrar adecuadamente al vencejo. Me refiero a que encuadrar un ave como un vencejo cuando se mueve cerca no es sencillo, el zoom te permite abrir el ángulo y luego cerrar sobre el sujeto localizado. Esa es la teoría, la práctica es que todo sucede demasiado rápido para mis reflejos y con recurriendo a esta técnica pierdo más fotos que gano. También hay que decir que mi campo de visión de las aves a través de una ventana es relativamente estrecho, quizá en un área abierta la situación cambiara (y desde luego lo haría con aves algo más lentas).
- Aunque la profundidad de campo sea mínima, viene bien sacrificar rendimiento de sensor subiendo ISO para subir algo el diafragma. No es una gran diferencia, pero un f8 puede salvar una foto en la que el foco estuviera ligerisimamente desplazado del ojo (que es dónde queremos que esté).
- El mejor modo de enfoque no es el mismo si el ave está contra el cielo que contra la fachada de un edificio, hay que leerse muy bien el manual de la cámara y consultar mucho internet para sacar provecho de un sistema af extremadamente complejo.
- Confirmar que el estabilizador es un gran estorbo en estos casos, cuando corriges el desplazamiento de la cámara-objetivo para reencuadrar o responder a un movimiento brusco del ave, el estabilizador intenta corregir tu corrección... Además a esas velocidades de obturación no aporta nada.
- En mi caso, la única forma de obtener algunas fotos salvables pasa sí o sí por disparar muchas. Tan sencillo como eso, al final todo es una cuestión de estadística, si solo me van a gustar el 1% de las fotos, cuantas más haga más tendré para salvar al final.
En fin, no sé si será de utilidad esta experiencia que se concluye en: Objetivo rápido ande o no ande y que muchas fotos compensan fallos propios.
Alguna foto del experimento:
Esta es una composición a partir de tres fotos de una ráfaga en la que se ve el parpadeo de un vencejo (hay una décima de segundo entre foto y foto):

Esta es complicadilla porque el ave no pasa tangencial respecto a la cámara, si no que casi se dirige de frente hacia ella y a corta distancia, lo que lleva al límite al modulo de enfoque/objetivo:

Y por último una foto de grupo más abierta. No es de celo, si no de cuando los vencejos se agrupan en torno a los nidos para que las crías se animen a hacer su primer vuelo:

Abrazo!